Es una de las bellezas arquitectónicas de la península. Ubicada en la Parada 18, sobre la Rambla de la Playa Mansa, la Torre Aquarela se levanta única y magnífica. Un emprendimiento inmobiliario excepcional dada sus privilegiadas vistas, soberbio diseño e incomparables comodidades y servicios. Aquarela demandó, en su momento, una inversión cercana a los 40 millones de dólares y fue un éxito absoluto porque pocos pudieron escapar de sus encantos de sirena. Es que Aquarela llama a vivir, disfrutar y soñar frente al mar. Esta imponente torre sólo tiene -en la actualidad- un departamento sin habitantes: el orgulloso pent house del edificio, uno de los mejores pent house de la ciudad. Desde allí la vista es imperdible y la sensación de estar a diez centímetros del cielo es inigualable. Sólo se trata de pasear por las imágenes de esta maravilla de pent house para sucumbir a sus encantos. Se trata de ingresar a otra dimensión, a otro modo de conocer. Sólo hay que animarse a enfrentar la belleza cara a cara.